Leishmania ¿Qué es? Y ¿Cómo ganar la partida?

Empezamos nuevo mes y lo hacemos con alegría, hoy me gustaría hablaros de la Leishmania spp., sí, esa tan difícil de pronunciar y de conjugar, pero que tantos dolores de cabeza nos da.

La Leishmania spp es un parásito microscópico, en concreto un protozoo, que cuando infecta a un hospedador puede producir unos síntomas muy diversos. Para que podamos entenderlo mejor, dividiremos los signos clínicos en varios grupos:

  1. Los signos dérmicos, como pueden ser:  alopecias alrededor de los ojos, en los codos, heridas que no curan en las orejas, pelo seco y quebradizo, descamación y  caspa, crecimiento exagerado de las uñas.
  2. Los signos viscerales, son más difíciles de detectar puesto que el aspecto externo de la mascota puede ser el adecuado, pero hay una pérdida de peso muy rápida sin que el paciente deje de comer, aumento de la producción de orina y otros síntomas de un fallo renal.
  3. En último lugar, pero no menos importante, podemos encontrar signos de dolor articular debido a inflamación de una articulación o signos de apatía general con intolerancia al movimiento por inflamación de diversas articulaciones, llamado poliartritis.

Como se transmite.

Debido a la gravedad de esta enfermedad, es importante que conozcáis como se transmite. La transmisión de este parásito siempre es por picadura de un mosquito (flebótomo) portador de la enfermedad, nunca se transmite directamente de una mascota a otra, por eso no hay ningún peligro en que los animales sanos y enfermos se relacionen y jueguen entre ellos.

Por desgracia, vivimos en una zona endémica, es decir, con una gran frecuencia de esta enfermedad y una carga parasitaria muy elevada en el ambiente. A pesar de que la época de riesgo comienza con el calor en primavera y perdura hasta octubre, las elevadas temperaturas que estamos registrando en invierno, hacen que no nos podamos descuidar en todo el año, puesto que el flebótomo tiene actividad a partir de los 20ºC aproximadamente. Temperaturas frecuentes en nuestra ciudad en meses como Noviembre o incluso Enero.

Prevención

Tras conocer un poco como funciona este parásito, os recuerdo los métodos con los que contamos para ganarle la partida y reducir el riesgo de infección de nuestras mascotas.

  1. En primer lugar, y el más importante, debemos evitar la picadura de dicho mosquito. Para ello, lo ideal es el uso de pipetas y collares repelentes. También podemos adoptar algunas medidas adicionales en nuestro día a día, como instalar mosquiteras, evitar los paseos por las zonas con más concentración de mosquitos como son aguas estancadas o las horas del día de mayor actividad de este, que son el amanecer y atardecer, así como evitar que duerman en el exterior.
  2. Como segunda barrera de prevención, se recomienda la realización de un test anual de detección de la enfermedad, ya que un diagnóstico precoz proporciona un pronóstico y un tratamiento más exitosos, reduciendo claramente la probabilidad de muerte por esta enfermedad.  Por lo tanto, aunque no presente ningún síntoma, para garantizarnos que en la última época de riesgo nuestra  mascota no ha sido infectada, debemos hacer un test pasados entre 2 y 3 meses de los últimos días de calor, recomendamos los meses de Enero-Febrero.

En los últimos años, se han desarrollado vacunas y medicamentos que aumentan la inmunidad efectiva contra este parásito, formando así la última barrera de prevención que actuaría en caso de que algún mosquito le transmitiese la enfermedad a nuestra mascota, su sistema inmune podría llegar a controlar a la Leishmania spp o hacer que la enfermedad sea mucho más leve de lo que sería en una mascota sin tratar.